La economía verde, el crecimiento verde y el crecimiento verde inclusivo deben entenderse como elementos esenciales del desarrollo sostenible.
Economía verde y cooperativismo
La economía verde, el crecimiento verde y el crecimiento verde inclusivo deben entenderse como elementos esenciales del desarrollo sostenible.
La economía verde inclusiva es baja en carbono, eficiente en recursos y socialmente inclusiva. Es inclusiva en el consumo y los productos, basada en el intercambio, la circularidad, la colaboración, la solidaridad, la resiliencia, la oportunidad y la interdependencia.
La economía verde y el cooperativismo tienen una misma base ya que buscan un mejor bienestar humano y equidad social, mientras que la economía verde además busca que se reduzcan significativamente los riesgos ambientales y la escasez ecológica.
El crecimiento verde significa fomentar el crecimiento y el desarrollo económico y al mismo tiempo asegurar que los bienes naturales continúen proporcionando los recursos y los servicios ambientales de los cuales depende nuestro bienestar.
La economía verde inclusiva es baja en carbono, eficiente en recursos y socialmente inclusiva. Es inclusiva en el consumo y los productos, basada en el intercambio, la circularidad, la colaboración, la solidaridad, la resiliencia, la oportunidad y la interdependencia.
La economía verde y el cooperativismo tienen una misma base ya que buscan un mejor bienestar humano y equidad social, mientras que la economía verde además busca que se reduzcan significativamente los riesgos ambientales y la escasez ecológica.
El crecimiento verde significa fomentar el crecimiento y el desarrollo económico y al mismo tiempo asegurar que los bienes naturales continúen proporcionando los recursos y los servicios ambientales de los cuales depende nuestro bienestar.
¿Qué es la economía verde?
La definición de economía verde (EV) más ampliamente utilizada y autorizada proviene del PNUMA -Programa de las Naciones Unidas por el Medio Ambiente- (2010), entendida como aquella que da como resultado «un mejor bienestar humano y equidad social, mientras que reduce significativamente los riesgos ambientales y la escasez ecológica».
En su expresión más simple, una economía verde es baja en carbono, eficiente en recursos y socialmente inclusiva.
En una economía verde, el crecimiento de los ingresos y el empleo está impulsado por inversiones públicas y privadas que reducen las emisiones de carbono y la contaminación, mejoran la eficiencia energética y de recursos, y evitan la pérdida de biodiversidad y servicios ecosistémicos.
Si bien la economía verde conlleva la inclusión social por definición, no obstante, en Uruguay se optó por utilizar el término “Economía verde Inclusiva (EVI)”, a los efectos de hacer explícito el componente de inclusión social.
La definición de EV hace una fuerte alusión a los tres pilares del desarrollo sostenible – el económico, el social y el ambiental – razón por la cual se puede decir que el desarrollo de políticas teniendo como eje central la EVI es el camino por el cual se visualiza estratégicamente el avance hacia el desarrollo sostenible.
De acuerdo con la OCDE —Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos— el crecimiento verde significa fomentar el crecimiento y el desarrollo económico y al mismo tiempo asegurar que los bienes naturales continúen proporcionando los recursos y los servicios ambientales de los cuales depende nuestro bienestar. Para lograrlo se debe catalizar inversión e innovación que apuntalen el crecimiento sostenido y abran paso a nuevas oportunidades económicas”.
Para profundizar en economía verde y cooperativismo les compartimos el documento “Estudio sobre oportunidades de negocio en clave de Economía verde para las Cooperativas”, que es el resultado de una consultoría para este proyecto a cargo de las consultoras Patricia Dante y Alicia Torres.
ODS 5 – Cooperativismo = compromiso con la igualdad de género
Desde hace un tiempo Uruguay asumió el desafío abordar la perspectiva de género al interior del movimiento cooperativo. Tando desde las federaciones cooperativas, como es el ejemplo de FCPU con el proyecto Cooperación con equidad, o la consultoría realizada por el Instituto Nacional del Cooperativismo en acuerdo con Inmujeres y ONU – Mujeres en el marco del convenio Ganar-Ganar para realizar la guía práctica sobre cómo incorporar la perspectiva de género en las cooperativas.
A lo largo de estos años, si bien se avanzó en materia de equidad de género, tanto en el desarrollo de leyes como de acciones y planificación de políticas públicas, aún no se percibe una transformación real en la vida de las mujeres.
A pesar de estos logros, todavía existen muchas dificultyades: las leyes y las normas sociales discriminatorias continúan siendo generalizadas, las mujeres siguen estando infrarrepresentadas a todos los niveles de liderazgo político, y 1 de cada 5 mujeres y niñas de entre 15 y 49 años afirma haber sufrido violencia sexual o física a manos de una pareja íntima en un período de 12 meses (datos de las Naciones Unidas).
ODS 8 – Trabajo decente y crecimiento económico y cooperativismo
La COVID-19 ha alterado miles de millones de vidas y ha puesto en peligro la economía mundial. El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé una recesión mundial tan mala o peor que la de 2009. A medida que se intensifica la pérdida de empleo, la Organización Internacional del Trabajo estima que cerca de la mitad de todos los trabajadores a nivel mundial se encuentran en riesgo de perder sus medios de subsistencia.
El trabajo decente es uno de los compromisos centrales de la acción cooperativa, tal como suscribe la Recomendación 193 de la OIT.
En Uruguay muchas cooperativas han sido reconocidas por ser excelentes ámbitos para el desarrollo laboral, destacándose por sobre otras formas empresariales en sus propios sectores de actividad.
Las cooperativas impactan positivamente en el empleo y los ingresos de las familias y sus comunidades, siendo entidades que resisten mejor las crisis defendiendo los puestos de trabajo, así como eficaces instrumentos para la inclusión socio-laboral (cooperativas sociales).
En particular, las cooperativas de trabajo asociado, cooperativas agrarias y sociedades de fomento rural, estimulan el desarrollo de una producción consciente, asociando el crecimiento económico en base al trabajo decente.
ODS 10 – Reducción de las desigualdades
Reducir las desigualdades y garantizar que nadie se quede atrás forma parte central de la acción cooperativa en su perspectiva global de largo plazo. Están en su marco ético los Valores de Igualdad y de Equidad.
El cooperativismo en su conjunto genera riqueza distribuida y promueve mayores oportunidades para sus integrantes y las comunidades donde se desarrollan.
Por ejemplo, las cooperativas de ahorro y crédito apuestan por generar soluciones que también se adapten a los sectores con menos acceso al financiamiento, siendo herramientas clave para la inclusión financiera.
También son constructoras de igualdad las cooperativas de consumo y de vivienda, que facilitan el acceso al techo y a la provisión de las necesidades de las familias asociadas.
Las cooperativas de trabajo asociado y las cooperativas sociales son ámbitos emblemáticos para la creación de oportunidades de empleo, la inclusión de sectores vulnerables y la mejora de los ingresos de muchas familias.
Cooperativas agrarias y sociedades de fomento rural generan mejores condiciones para la permanencia en el campo y la actividad agropecuaria de miles de productores familiares cuya escala individual, sin la organización colectiva, haría imposible su desarrollo frente a las asimetrías de actores en los mercados.
ODS 11 – Ciudades y comunidades sostenibles
Las cooperativas son clave para lograr que las ciudades sean más inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles.
El cooperativismo de vivienda no sólo ha demostrado ser una alternativa de acceso democrático, de altísima calidad y de incomparable eficiencia, sino que es una modalidad cuya implementación ha transformado el hábitat de asociados y vecinos conformando y recuperando barrios a través de la incorporación de servicios, infraestructuras, y muy especialmente la gestión democrática del territorio.
También son actores clave de ciudades sostenibles las cooperativas que se desarrollan en el transporte público, las que gestionan áreas verdes y espacios culturales y recreativos de distintas comunidades en el país.
Tanto a nivel urbano como a nivel rural las cooperativas aportan soluciones sustanciales para la gestión de los residuos.
ODS 12 – Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles
El consumo y la producción sostenibles consisten en fomentar el uso eficiente de los recursos y la energía, la construcción de infraestructuras sostenibles, la mejora del acceso a los servicios básicos y la creación de empleos ecológicos y decentes. Todo ello se traduce en una mejor calidad de vida para todos y ayuda a lograr planes generales de desarrollo, reducir los futuros costos económicos, ambientales y sociales, aumentar la competitividad económica y reducir la pobreza.
Las cooperativas han sido históricas alternativas para garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles. Al poner en el centro a las personas y las comunidades, democratizan el acceso a los bienes y servicios, contribuyen a la soberanía alimentaria y simultáneamente diseñan procesos productivos que no afecten la sostenibilidad de los recursos a largo plazo.
Cooperativas agrarias, sociedades de fomento rural, cooperativas de trabajo asociado y cooperativas sociales, se esfuerzan día a día para mejorar las formas de llevar adelante su labor mejorando el bienestar general como horizonte.
Por su parte, las cooperativas de consumo trabajan por el acceso al consumo responsable para toda la población, colaborando con la educación sobre los procesos que implican que los productos lleguen a la mesa de cada familia. Estimulando positivamente la generación de canales de comercio justo y economía solidaria.
También las cooperativas de ahorro y crédito promueven una educación financiera orientada por el valor de la responsabilidad, incorporando las finanzas éticas como lineamiento general de su accionar.
ODS 13 – Acción por el clima
Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos
El cambio climático está afectando a todos los países de todos los continentes. Está alterando las economías nacionales y afectando a distintas vidas. Los sistemas meteorológicos están cambiando, los niveles del mar están subiendo y los fenómenos meteorológicos son cada vez más extremos.
Son diversas las acciones que las cooperativas vienen desarrollando para combatir el cambio climático y sus efectos. Por un lado, varias cooperativas vienen implementando cambios de procesos productivos y de gestión orientados por la disminución de su impacto ambiental. Son muchas las experiencias orientadas a mejorar la eficiencia en el uso de la energía, disminuir la huella de carbono, así como promover la reducción, la reutilización, el reciclaje, y la recuperación de residuos, entre varias otras iniciativas.
También se han desarrollado nuevas experiencias cooperativas en el campo de la economía y el empleo verde, incluyendo herramientas específicas de financiamiento.
No menores son las acciones desarrolladas para mitigar los efectos del cambio climático, incluyendo mejores mecanismos de respuesta a sus efectos y de seguros frente a sus crecientes impactos.
ODS 17 – Alianzas para lograr los objetivos
“Objetivo 17: Revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible: Los ODS solo se pueden conseguir con asociaciones mundiales sólidas y cooperación. Para que un programa de desarrollo se cumpla satisfactoriamente, es necesario establecer asociaciones inclusivas (a nivel mundial, regional, nacional y local) sobre principios y valores, así como sobre una visión y unos objetivos compartidos que se cenatren primero en las personas y el planeta…” (ONU, 2015)
El cooperativismo en Uruguay cuenta con una extensa historia de alianzas, primero entre las organizaciones de base al conformar federaciones por sectores, y más tarde, la propia Confederación. También se integran a nivel internacional en múltiples espacios sectoriales, territoriales y temáticos de la Alianza Cooperativa Internacional.
Las cooperativas uruguayas participan en la Reunión Especializada de Cooperativas del Mercosur (RECM) así como en el Foro Consultivo Económico y Social del Mercosur. Son protagonistas en la cogestión de políticas públicas participando en INACOOP, Fondo para el Desarrollo Cooperativo, y en el INEFOP.
CUDECOOP y sus entidades asociadas cuentan con múltiples espacios de trabajo y alianzas con Ministerios, Agencias y Gobiernos Locales.